17.10.12

Carta de Cristina


Os regalo uno de los mejores,  más emocionantes y más didácticos momentos del Congreso Internacional sobre Autismo “La inclusión no es un sueño” .

Gracias Cristina y a toda tu familia, especialmente a tu madre a quien tuve el placer de conocer, gracias por enseñarnos a vivir, a luchar y a compartir.

Escuchandote solo podía pensar en una persona, seguro que les pasó lo mismo a todos los padres, en mi caso 


Somos las familias más afortunadas del mundo, somos los padres más afortunados del mundo por tener estos hijos tan excepcionales ¡Cómo no vamos a ser felices! .

Hola.  Buenas tardes
Bueno, lo primero que quiero hacer es dar las gracias a Francisco Arjona  y a la asociación Conecta por hacer posible mi presencia en este congreso.
Mi nombre es Cristina, tengo 15 años y tengo una hermana de 12 años con autismo. Desde pequeña he estado muy concienciada con su problema .
A mí me gusta mucho ayudar en las terapias de mi hermana, cuando era pequeña la ayuda era más desde el juego, pero ahora ya ayudo en programas haciendo de terapeuta. Tengo la suerte de que mi hermana cuenta con un buen terapeuta y también ha tenido buenas profesoras en el colegio.
Para mí los mejores profesionales son los que no solo enseñan al niño con autismo, sino el que también enseña a la familia.
También elaboro materiales para mi hermana. Siempre le han gustado las cosa que yo preparo. Por eso pienso que es importante que yo ayude en su aprendizaje.
En ocasiones las cosas no son fáciles, porque mi hermana tiene a veces problemas de conducta que nos cuesta controlar. Yo sufro cuando veo a mi hermana así.
A la hora de elegir lo que quería estudiar, pensé en primer lugar estudiar Educación Especial.  Al final he decidido estudiar Psicología, como Ángel Riviere, ya que el ha sido una gran persona en el mundo del autismo.
Estoy muy contenta de estar aquí y haber conocido a tantas personas del mundo del autismo.

Me gustaría que en este tipo de encuentros, se tuviera más en cuenta a los hermanos. Nosotros somos los primeros que aceptamos a nuestros hermanos, muchas veces antes que nuestros padres. Nosotros somos los primeros que aprendemos a vivir con ellos y a ayudarles de forma más natural y espontánea.

Por tanto, nosotros - los hermanos - somos los primeros que podemos hacer posible que LA INCLUSIÓN NO SEA UN SUEÑO.



1 comentario:

  1. Muchas gracias Cristina, eres un sol que nos ilumina a tod@s.

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