Un día sin quererlo me encontré ante un espejo, y me miré, de verdad, fijando la mirada. Te miras a los ojos y te ves.
Ese día vi el cansancio, la incertidumbre, la ilusión, la tenacidad, el valor y el miedo, la contradicción, la esperanza.
Todo eso y mucho más. Mi reflejo era distinto, por momentos no me conocía y otros me parecía no haber cambiado.
Entre tanta dedicación, trabajo, insomnio… entre tanto soliloquio, entre terapias, colegio, tareas… entre tanto pensar en los hijos, el padre…y el espíritu santo, la vida vuela, pasan delante de mi los días, los meses…Y ahora delante del espejo y solo por un segundo, paré.
En el camino siempre se necesitan rengues para llegar al destino. La paradita en el camino que renueva las fuerzas, te descansa y te alegra, que te hace continuar caminando, en la lucha.
Necesito tiempo para mí, para mi reflexión, mi repostaje.
A veces me siento como si empujara una pesada carga por una cuesta empinada.
Abajo comencé el esfuerzo con ropa de abrigo, guantes y gorro. El esfuerzo está haciendo que me desprenda poco a poco de todo el ropaje que me sobra. Necesito desprenderme capa a capa como una cebolla, descubriéndome tal y como soy sin tapujos. Este esfuerzo me obliga a ser yo misma sin apariencias, no tengo ni ganas ni fuerzas de revestirme.
Gibran Khalil Gibran escribió: “Mi apariencia no es sino un ropaje. Un ropaje que visto, cuyo cuidadoso entretejido, me protege a mi de tus preguntas y a ti de mis descuidos.”
Me quedan muchas cosas por aprender, y una de ellas es darme tiempo a mi misma. Necesito un rengue de vez en cuando. Es de” vital importancia” parar y tomar aire.
Lo peor de una madre en mi lugar es el grado de exigencia que te autoimpones. Nunca es suficiente, sientes que siempre queda algo por hacer, que podrías haber estado mejor. Piensas una y otra vez, como deje escapar esta oportunidad de aprendizaje, tenia que haber contestado, porque no me habré callado…
No soy un superhéroe, necesito descansar, hasta de mi misma. Hacer un rengue.
Y como dijo Escarlata o’Hara: “Mañana me parare a pensarlo”.
Isabel es preciosa esta entrada, tus reflexiones son muy profundas y coincido contigo, yo tampoco necesito "revestirme", y por mas que intento exigirme menos, no lo consigo, no lo concibo.
ResponderEliminarPero si necesitamos parar, tiempo para nosotras, para disfrutar de la pareja, porque al fin y al cabo de este tiempo nuestros hijos son los mas beneficiados, porque ellos con sus antenitas perciben nuestros estados de animo y les afecta.
Un beso muy fuerte