Ángel traía a casa dos preciosas magdalenas que no han conseguido salir del coche porque Manuel y él se las han comido nada más enseñárselas.
He podido probar un poquito que se quedo en el papel de la que se ha comido Manuel, y he salvado unas miguitas para que la pruebe papá de lo poquito que ha dejado en el papel Ángel. Se lo habrá pasado genial.
Mi agradecimiento a la Escuela Infantil Chiquitines. Ángel se encuentra feliz en su cole, participa de todas las actividades, adaptan algunas para que él las comprenda y se siente a gusto.
En el cole tenemos una agenda que sirve de comunicación entre las profes y los papás. Hace unos días la nota de su profe decía: Hoy por primera vez y por iniciativa propia Ángel le ha dado un abrazo a uno de sus compañeros que estaba triste.
Necesitó casi dos meses de horarios reducidos para adaptarse a la jornada de 9h a 15h , entonces me pareció mucho tiempo, ahora me doy cuenta que fue fácil su adaptación y entre otras cosas la culpa es de lo bien que han trabajado con él en la Escuela Infantil.
Es un niño cariñoso que da abracitos a todos, conoce a sus compañeros cuando se los encuentra por la calle y los compis lo llaman desde lejos cuando lo ven.
Están haciendo un trabajo excelente, más aun teniendo en cuenta que cuando solicitamos plaza para Ángel pensábamos que tenía una hipoacusia y el diagnostico llegó estando en el periodo de adaptación.
Han vivido junto a nosotros los primeros momentos angustiosos y la incertidumbre. Celebran sus logros y son participes de ellos. Colaboran con el centro de Atención Temprana y escuchan nuestras propuesta siempre.
Hemos tenido mucha suerte de encontrar por el camino a estas profesionales que con dedicación y cariño nos ayudan a educar a nuestro hijo. Desde aquí mil gracias.
Algunos pueden pensar que esto ocurre porque es una guardería privada, pero las mamás me entenderán cuando os asegure que esto en nuestro caso es todavía más de agradecer. Es muy fácil decir que ya no hay plazas o que el grupo no se ajusta o que no tendrá los recursos necesarios… excusas de muchos centros privados para escurrir el bulto de la diversidad funcional. No ha sido el caso.
Agradezco nuestra suerte y me alegro de nuestro trabajo, porque encontrar un centro donde tus hijos se eduquen en igualdad además de suerte es un trabajo laborioso para los padres y madres, para todos, mucho más para las familias especiales, que deben luchar contra viento y marea y cimentar sus principios en la necesidad de integrar a sus hijos en una sociedad que se acomoda, que legisla sobre el papel y discrimina en las aulas.
Decimos que venceremos el machismo cuando las mujeres no tengamos que demostrar que hacemos las cosas igual de bien que los hombres y en las mismas condiciones merecemos los mismos derechos.
Veremos la diversidad funcional con normalidad cuando para que se cumplan nuestros derechos no tengamos que demostrar que hacen las cosas igual de los demás, cuando no tengamos que demostrar que no molestamos, que no queremos hacer las cosas así es que no podemos hacerlas de otra manera, que somos válidos. Cuando no haya que explicar las diferencias, cuando todos estemos informados, pero de verdad sin falsos mitos. Cuando la accesibilidad sea universal y no para unos pocos.
Presumimos de un gobierno paritario, y de altas ejecutivas en grandes empresas y de conciliación de la vida laboral, condenamos la violencia de genero y las noticias tienen tratamientos respetuosos hacia todos y todas. Un gran trabajo de lucha de todas aquellas mujeres que no se cansaron que no se cansaran, ni se cansan de reclamar lo que es suyo por derecho propio.
Espero conocer el día en que la diversidad funcional invada nuestras instituciones, se pasee por todas nuestras plazas y calles sin tener que saltar escalones o dar vueltas a la manzana, trabajen en los edificios más altos, las noticias la traten en términos validos, llenen la sanidad, los servicios, la educación, la industria. Espero conocer una sociedad igualitaria donde cada uno tenga oportunidades iguales de ser tratado de forma diferente.
No creo que sea imposible, porque sino no sería de esas que ni se cansan, ni se cansarán, de las que dejaran la vida en el empeño.
….Y un día será posible. Por ahora Ángel ha hecho unas magdalenas con sus compañeros y les han salido riquísimas.
Magdalena, la mujer que lloró, que se arrodilló para servir, que siempre siguió a Jesús pero a la que nadie dio el trato de Apóstol. La única que estaba a los pies de la cruz, ella y su MADRE.
Que las mujeres seamos luchadoras forma parte de nuestra condición por los siglos de los siglos, por eso somos madres.
Como se me ha ido la pinza.
ResponderEliminarYo solo quería comentar el trabajo de Ángel en el cole pero aquella mañana había oído el comentario de un político sobre un centro de Educación Especial que decía: Nos han demostrado que pueden hacer cosas como los demás niños.
Lo siento me crispé y enhebrado enhebrando me salió esto, pero no se me ha ido la olla... todavía